Reflexiones desde Myanmar: El impacto del turismo sobre la sociedad y el medio ambiente de países receptores de turistas

Reflexions des de Myanmar: L'impacte del turisme sobre la societat i el medi ambient de països receptors de turistes

Retomo el blog después de mis vacaciones con unas reflexiones sobre el turismo y su impacto en los países, las gentes y lugares que visitamos, especialmente en aquellos destinos masificados, de moda o en países en vías de desarrollo. En países desarrollados el impacto suele ser menor, aunque no siempre, tal es el caso de Barcelona, Dubrovnik, Praga o Venecia. Al contrario en aquellos países en vías de desarrollo o subdesarrollado, existe menor protección gubernamental para velar por un desarrollo sostenible del turismo y evitar la implantación descontrolada del mismo, lo que unido a las diferencias culturales y a que el turismo supone una importante y tentadora forma rápida de entrada de dinero para modernizar el país o para sacar de la pobreza a gran parte de su población, hace que estos países sean donde nuestro impacto negativo puede ser mayor. Este es el caso de mi viaje de este año por Myanmar, la antigua Birmania.

La experiencia de viajar por el mundo

Hace 30-40 años el número de turistas que se adentraba en Tailandia, Vietnam, Camboya, la India, Guatemala o Tanzania era muy reducido, fácilmente asimilables por los locales que los recibían casi como curiosidad por su exotismo a pesar del pasado colonial de muchos de estos destinos. Viajeros con alto poder adquisitivo que iban a destinos exclusivos o mochileros aventureros ávidos de vivir experiencias únicas, compartir la vida con los habitantes locales y descubrir sitios desconocidos para la mayoría de occidentales eran los que se aventuraban a visitarlos.

Viajar por el mundo. Fuente iMujer


Hoy en día, ya sea al estilo independiente/mochilero acompañado de los omnipresentes Lonelyplanet y Trypadvisor, o a través de circuitos turísticos organizados, el turismo ha invadido en masa la mayoría de estos rincones apacibles, antaño conservados como tesoros ocultos. La época colonial en la que unos pocos ricos burgueses viajaban a países exóticos ha dado paso a la democratizacion de los viajes al alcance de casi todos los presupuestos desde hoteles de lujo hasta pequeñas guesthouses de mochileros o residencias de estudiantes.

El turismo ayuda sin duda a desarrollarse a países pobres que han ido abriendo sus fronteras a los extranjeros, como es el caso de Myanmar, aportando un dinero extra a las economías que sin duda tiene un impacto positivo en su desarrollo. Pero la interacción turista-persona autóctona implica unos riesgos y choques de culturas, que en poblaciones pobres pueden ser a veces bastante perjudiciales, dejando una serie de huellas difíciles de borrar si no se viaja con un poco de conciencia.


Las huellas del turismo: Impacto social y medioambiental

El impacto del turismo sobre el país de acogida y el planeta, tiene una dimensión económica, ecológica y social, las cuales dejan diferentes tipos de "huellas."
  • La huella carbonica: es la cantidad de CO2 que generamos en nuestros viajes, e incluye desde la energía utilizada para nuestros desplazamientos, sobre todo los largos vuelos en avión y la generación de energía para nuestra atención (luces, aires acondicionados...). Todo ello contribuye al efecto invernadero y al cambio climático. Es más importante en países que dependen de combustibles fósiles para producir energía y con poca implantación de renovables. 
La huella Carbónica

  • La huella ecológica: es el impacto que nuestro paso por el país que visitamos tiene sobre el medio ambiente y los ecosistemas. También es más crítica en países en vías de desarrollo donde hay menos conciencia de desarrollo sostenible, reciclaje y ecológica, y que por más que quieras, por ejemplo no puedes reciclar. Incluye desde 
    • La basura que generamos (bolsas de plástico, envases de un solo uso, comidas y bebidas take away, excrementos...), 
    • La contaminación que esta basura produce (vertederos, incineradoras o simplemente el suelo, ríos o playas en las que acaba), 
    • El consumo de recursos naturales que necesitamos para vivir y comer allí (agua, tierras de cultivo...) o 
    • Las alteraciones en espacios naturales protegidos (o no pero de alto valor ecológico) que generan la implantación de la industria turística, que frecuentemente se aprovecha de la falta de normativas de algunos países para hacer lo que no pueden en otros países. 
Son ejemplos las cientos de barcas a motor para turistas que contaminan lagos y bahías paradisíacas de las que dependen la alimentación (pesca y agricultura) de la gente local (Ha-long en Vietnam, el Lago Inle en Birmania o Titicaca en Perú); la ocupación de la costa, la masificación de destinos con delicados ecosistemas como corales, bosques, selvas, reservas naturales...; las decenas de envases de plástico y latas que consumimos multiplicadas por millones de turistas y que acaban en ríos, mares o varados en playas antes paradisiacas.

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  • La huella hídrica: es un subtipo de huella ecológica que hace referencia a la cantidad de agua que se necesita para mantener el viaje del turista, incluida el agua necesaria para producir nuestra alimentación o el agua para beber purificada por ósmosis inversa, que consume grandes recursos hídricos y energéticos para producirse, necesarios muchas veces para regar las cosechas o para poder vivir los autóctonos y que pueden acabar agotando y secando las reservas naturales de determinadas zonas (además de que pocos autóctonos pueden pagarse un agua "purificada")
¿Cuánta gua hace falta para producir...? La huella hídrica. Fuente

  • La huella animalista: la que implica al maltrato animal por uso como atracción turística (elefantes, tigres, aves salvajes). Podemos con nuestro turismo promover el maltrato y sufrimiento animal o reducir determinadas practicas locales si no mostramos interés por ellas. 
Evita los sitios que usen animales como reclamo turistico. Fuente

La huella social del turismo

He dejado para el final y a parte a la huella social por su importancia. Las huellas relacionadas con el medio ambiente son muy evidentes y fáciles de ver, pero la huella social la pasamos muchas veces por alto y quizás sea de lo mas importante.

La huella social no se trata de cuantos "likes" tienen las fotos de tu viaje en tus redes sociales. No, se trata de cuestiones como estas:

  • ¿Cómo afecta a la sociedad y a la vida de las personas nuestro paso por sus lugares?
  • ¿Cómo modificamos sus aspiraciones, sus creencias, sus gustos, sus hábitats sociales? 
  • ¿Cómo incide el turismo en el precio de la vivienda, en los trabajos que eligen sus habitantes, en los negocios que se montan en sus barrios, en la vida de los niños, su escolarización, su uso como reclamo del turista, la mendicidad, el anhelo de tener más dinero u objetos de 2ª y 3º necesidad o innecesarios que llevamos los turistas? 
  • ¿Cómo afecta la percepción de injusticia social de ver como hay personas que ganan 30 o 100 veces más dinero que tú y viven una vida de reyes que pocos pueden aspirar a conseguir? Para algunos puede ser una motivación para mejorar su vida o para el cambio, pero ¿les estamos motivando para algo mejor o simplemente hacia la sociedad de consumo?


Huella social. Fuente @huella_social


La huella social tiene dos vertientes desde mi punto de vista, la relacionada con la integración interpersonal personal entre nosotros, los turistas y las personas autóctonas (el choque de culturas, las relaciones que establecemos) por un lado, y por otro la forma en que el turismo modifica la sociedad de acogida a nivel económico y de organización la comunidad.

¿Habéis observado a esa gente que trabaja vendiendo souvenirs y persiguiendo agresivamente a turistas, y que han perdido la expresión de felicidad en la cara, que aún conservan los que viven ajenos al turismo por pobre que sean ¿es irremediable o se pueden hacerse las cosas de otra manera?

El reparto de la riqueza del turismo

Uno de los puntos más críticos es cómo se reparte la riqueza generada por nuestro viaje en la población. Depende de como viajemos, el tipo de alojamiento que usemos, las compras que hagamos o dónde y cómo las hagamos etc etc... el dinero llegará a la gente local como parte de compensación por nuestras huellas o bien acabará en manos de las 5-6 familias de turno que controlan grandes cadenas hoteleras o agencias de viajes en cada país, o peor aun, cadenas internacionales que se llevan sus beneficios a paraísos fiscales o a otros países. 

Prostitución, turismo sexual y mafias de tráfico de personas

Nuestro paso por los lugares turísticos también puede potenciar mafias de tráfico de personas, prostitución, tráfico de drogas y promover el consumo de alcohol o estupefacientes entre las poblaciones locales como ocurre en destinos de fiesta o turismo sexual (con su peor cara de prostitución infantil) como Puket, Koh Pangan, Ibiza, Magaluz, Barcelona o Kuta en Bali por poner algunos ejemplos.


Campaña contra el turismo sexual infantil de UNICEF

Expulsión de pueblos indígenas de sus tierras

Y lo más lamentable, en algunos casos la industria turística poco responsable, puede acabar expulsando a las poblaciones autóctonas de las tierras en las que han vivido durante siglos, engañándolas aprovechándose de su ignorancia, por cuatro duros o a lo peor a la fuerza, dejándoles fuera de la planificación y de los beneficios económicos que el turismo genera, marginándoles fura de sus hábitats, perdiéndose las raíces y las culturas locales que son sustituidos por los gustos de alemanes, italianos, españoles, estadounidenses, rusos, coreanos, o negociantes y mafiosos de otras zonas del país, que acaban homogeneizando la experiencia turística en todo el mundo perdiéndose poco a poco la experiencia única y enriquecedora de cada destino. Podéis leer un ejemplo en el artículo Colonizados por el turismo de El Pais, donde se explica como los indígenas autóctonos de la isla de Ko Lipe en Tailandia ha sido expulsados de su paradisiaca isla y de los beneficios del turismo.

Incluso muchos gobiernos en un afán por crear parques naturales protegidos han expulsado a la fuerza a pueblos indígenas de zonas como Yosemite, Yellowstone o el Serengueti, cuando sus tierras pasaron a ser parques nacionales y se reorientaron al turismo y toda su industria. Los pueblos tribales sabían mejor que nadie como conservar estos espacios naturales.

Campaña de Survival por un nuevo enfoque de la zonservación de la naturaleza


¿Cómo podemos reducir las huellas del turismo?

Cierto es que la única forma de no dejar huella es no viajar, sobre todo a destinos masificados y países con grandes diferencias socioeconómicas y de nivel de vida, pero como he dicho, el turismo es una ayuda para muchos países y además viajar nos abre la mente a viajeros y a locales, enriqueciéndonos mutuamente si la interacción es respetuosa y aprendiendo los unos de los otros. Por lo que la solución no es no viajar, sino viajar de forma responsable.

Veremos como ser un turista responsable en la próxima entrada



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