El ruido del tráfico y la contaminación acústica, otro factor de riesgo para la salud

El soroll del trànsit i la contaminació acústica, un altre factor de risc per a la salut

Collage propio. ilustrandolasalud.tumblr.com

Finalmente estamos entendiendo que la contaminación ambiental supone un importante riesgo para la salud y que hay que hacer algo. Los pasases del norte de Europa nos llevan ventaja pero las nuevas alcaldesas de Madrid y Barcelona ya se han lanzado a la ofensiva para reducir la contaminación del aire que respiran sus habitantes y eso está muy bien. Sin embargo existe otro contaminante ambiental en la ciudades que genera al menos tantos problemas de salud como la contaminación atmosférica química y a la que solemos no dar mucha importancia y ese es el ruido

El ruido está integrado en nuestra vida como algo normal e inevitable, inherente a vivir en una ciudad, al carácter latino y contra el que no nos planteamos luchar a pesar de que tiene importantes efectos negativos evitables sobre la salud.

Este invierno he estado en casa de un gran amigo mientras hacia las obras de mi nueva casa. Vive en pleno Eixample Esquerra. Como el piso es exterior el ruido del tráfico es bastante insoportable importante a pesar de buenas ventanas y cristales. Estos 3 meses me he sentido más irritable, estresado y he dormido peor por esta exposición al ruido (y por la obras claro), así que decidí escribir esta entrada como contrapartida para concienciarnos de que hay que cambiar algo.

El ruido y la salud (1)

Hace años se pensaba que sólo generaban problemas de salud los ruidos muy altos de conciertos, auriculares o de entornos laborales en los que los trabajadores estaban expuestos a altos niveles de ruido durante cortos periodos de tiempo (parte de las horas de trabajo) y en que se producían sobre todo pérdidas de audición, acúfenos, aumento del umbral auditivo. Con el tiempo se incrementaron los efectos reconocidos producidos por el ruido al insomnio, ansiedad, depresión, cefaleas, trastornos cardiovasculares como la hipertensión o el aumento de riesgo de ictus e infarto de miocardio, y otros trastornos relacionados con respuestas hormonales.

Posteriormente se comenzó a estudiar a personas que vivían en entornos ruidosos como los aeropuertos y se observó que aparecían efectos similares sobre la salud con exposiciones a ambientes menos ruidosos pero durante periodos de tiempo mas largos. Hoy en día se ha observado que no hace falta vivir cerca de un aeropuerto, ya que el ruido del tráfico de las ciudades genera los mismos problemas en la población general relacionándose con incrementos en la incidencia de enfermedades cardiovasculares, respiratorias e incluso diabetes. 

Lo que en principio era un problema de salud laboral circunscrito a pequeños grupos de personas, se ha convertido en un problema de salud pública que nos afecta a la mayoría del que todavía no somos muy conscientes ni la población, ni los profesionales sanitarios ni los políticos.


Imagen propia. Ilustrandolasalud.tumblr.com

Efectos sobre la salud del ruido

El ruido tiene por tanto efectos sobre la salud ya sea por exposición de forma aguda a ruidos altos o por exposición de forma crónica a niveles de ruido intermedios. Los tiempos de exposición tolerables a partir de los cuales puede aparecer un problema auditivo se detallan en la siguiente imagen:


Tiempos máximos de exposición segura a distintos tipos de ruidos

Efectos auditivos del ruido

Son los más conocidos e incluyen el trauma acústico, la sordera, los acúfenos (tinitus), el aumento del umbral auditivo, vértigos y dolor de oído (3), que ocurren por exposición aguda a ruidos muy intensos como es el caso del trauma acústico y los acúfenos (los pitidos después de haber estado en una discoteca) y por exposición más prolongada a ruidos intermedios (sordera, reducción del umbral auditivo...)

Efectos del ruido crónico sobre la salud

Sin embargo aún más importantes son los efectos de niveles de ruido menos elevados pero más continuos, ya que afectan a todo el organismo y no sólo a el oído. Con frecuencia no somos conscientes ni del ruido, ni de que nos puede estar provocando algunos de los síntomas que tenemos. Además puede ser desencadenantes de procesos agudos que acaben en muerte. Entre los efectos encontramos (3) (1):
  • Trastornos sobre la esfera psíquica: perdida de atención, pérdida de rendimiento escolar y laboral, irritabilidad, inquietud, ansiedad, agresividad, insomnio, depresión, astenia, cefaleas, cambios en el carácter y comportamiento.
  • Trastornos cardiovasculares isquémicos (infartos, cardiopatía isquemica) (1). Los efectos cardiovasculares del ruido son mayores con el ruido nocturno que con el diurno. Sin embargo son independientes de que provoquen perturbaciones en el sueño o no, y por tanto el ruido que no interfiere con el sueño, también provoca respuestas autónomicas el sistema nervioso y aunque estemos durmiendo seguimos presentando reactividad cardiovascular frente al ruido (1). Además el ruido de tráfico diurno por  cima de los 65 dB aumentan el riesgo de cardiopatía isquémica y por encima de 50dB el riesgo de  infarto de miocardio (1).
  • Hipertensión: la media diaria de ruido de tráfico rodado se relacionaba con aumento del riesgo de hipertensión (11). El ruido por encima de los 55dB ocasiona incrementos de la tensión arterial.
  • Trastornos respiratorios, digestivos, neurológicos y hormonales.
  • Agudización de patologías crónicas.

Más mortalidad, más diabetes, más consultas a urgencias e ingresos.... lo que el ruido nos está produciendo sin enterarnos

Diferentes equipos de investigadores están publicando en los últimos años informes sobre aumentos de mortalidad, ingresos o incidencia de enfermedades vinculas a los niveles de ruido procedente del tráfico en distintas ciudades. Uno de ellos en Madrid ha analizado muchos de estos efectos que expongo a continuación:
  • Más visitas a urgencias en pacientes con Parkinson o Demencia: Estos estudios encontraron una asociación entre el nivel de ruido del tráfico y el incremento de las visitas a urgencias de pacientes con demencia (5) o Parkinson (6) debido a agudización de sus síntomas. Siendo esta asociación independiente del nivel de contaminación atmosférica que hubiera, por lo que no se podía achacar el efecto a la contaminación atmosférica que generaba un mayor tráfico sino al ruido. Aumentos de 1 dB de exposición media incrementaban el número de ingresos de forma lineal. Además encontraron que los valores de referencia de la OMS se superaron el 45% de los días y el 100% de las noches que duró el estudio. 
  • Aumento de muertes de origen cardiovascular, respiratorio y metabólicas: El ruido del tráfico incrementó a corto plazo el riesgo de muerte por estas 3 causas (8). 
  • Aumento de enfermedades cardiovasculares, neurológicas y digestivas: las personas expuesta crónicamente a ruido presentaban un 12 % más de problemas cardiovasculares, 37 % más de problemas neurológicos, un 10 % más de problemas digestivos o un aumento del 18% de enfermedades vasculares con resultado de muerte (1), hasta el punto de que en este otro estudio lo consideran un importante problema de salud publica (16).
  • Insomnio: un nivel de ruido nocturno (Leq noche) de 35 dB o picos superiores a 50 dB impiden conciliar el sueño y provocan fatiga nerviosa (1) (9).
  • Aumento de riesgo de diabetes: La exposición al ruido del tráfico residencial a un nivel más alto de 10 dB de ruido medio en el momento del diagnóstico o durante los 5 años anteriores al diagnóstico estuvo asociado con un mayor riesgo de diabetes. (10)
  • Aumento de ingresos psiquiátricos y riego de suicidio (1).
  • Aumento de número de partos: a mayor intensidad de ruido procedente de tráfico (7)
  • Trastornos del comportamiento solidario: el nivel de ayuda entre vecinos disminuye conforme aumenta el nivel de ruido ambiental (1). Curioso, no?

Niveles de ruido, normativas europeas y OMS

Para estandarizar los niveles y recomendaciones sobre el ruido se han creado una serie de índices internacionales que facilitan la comparación de datos y estudios así como el establecimiento de límites para las normativas vigentes. Los más usados son los siguientes:

Informe Ruido y Salud. OSMAN (Creative Commons)


En España los objetivos de calidad acústica aplicables al espacio interior habitable para edificaciones dedicadas a vivienda, usos residenciales, hospitalarios, educativos o culturales, están regulados por el Real Decreto 1367/2007 y establece los siguientes límites nocturnos y diurnos en consonancia con los que recomienda la OMS.


Informe Ruido y Salud. OSMAN (Creative Commons)


Límites Recomendados por la OMS para ruido en los entornos que vivimos

En 2009 la OMS revisó la evidencia disponible entonces (4)  sobre los efectos del ruido nocturno sobre la salud y estableció unas recomendaciones para proteger la salud de las personas. 
  • El nivel sonoro nocturno exterior (L noche exterior) para proteger a la población general, y los grupos más susceptibles como niños, enfermos crónicos y ancianos se establece en 30 dB.
  • También recomienda no estar expuesto durante el día a ruido por encima de los 50 dB en general.

Algunas mediciones caseras

Vosotros os preguntareis, ¿pero a cuantos decibelios estoy expuesto en mi casa o la calle de mi barrio? Yo también, por eso en estos tres meses que he estado viviendo de prestado en casa de mi amigo del Eixample, con un tráfico moderado pero equiparable a otras tantas que cruzan este distrito de punta a punta, aproveché para tomar unas mediciones con mi móvil que pretenden ser sólo orientativas.

En interior de la vivienda con ventanas abiertas de día abiertas promedio de 54dB, 45 mínimo 67 máximo. Día en el interior con las ventanas cerradas 38 dB con picos de hasta 56 dB.  Paseando a la perra por la calle diputación promedio de 66 dB con mínimo de 55dB y picos de hasta 77 dB. De noche como el tráfico es menor, hay más oscilación y más tiempo cón niveles recomendados, pero los picos cuando pasan motos o coches seguían llegando a más de 45 dB con dobles cristaleras, niveles que ya perturban la calidad del sueño.  Todas las mediciones se encontraban por encima de lo recomendado por la OMS.....

Fuentes de ruido en las ciudades

Por desgracia lo de la casa de mi amigo no es una excepción, el 40% de los habitantes de ciudades están expuestos a diario a niveles de ruido procedente del tráfico superiores a los 55dB, el 20% a más de 65dB por el día y el 30% a más de 55dB por la noche (1).

Y las fuentes de ruido principales no son de bares, terrazas y discotecas, contra las que se actúa con relativa rapidez. Las estadísticas son claras, el 80% del ruido que sufrimos en las ciudades proviene del tráfico, sin embargo estamos tan acostumbrados a él y lo asumimos como algo que no se puede evitar, que tan solo supone el 8% de las quejas de  ruido al Defensor del Pueblo (2). Es mucho más mediático el ruido ligados al ocio nocturno de bares o discotecas que, aunque sólo suponen el 4 % de ruido, concentran la mayoría de las reclamaciones (35%). Eso si, aunque sea más circunscrito no deja de ser perjudicial para el que le toca, pero ojalá fuésemos tan estrictos también con el ruido del tráfico.


¿Son todos los vehículos iguales de molestos?

Pues no, depende de la ciudad y el tipo de vehículos que predomine, pero en general en las ciudades los vehículos más molestos son las motos (tanto de baja como de alta cilindrada), los autobuses, camiones y furgonetas y vehículos de recogida de basuras. Los coches han pasado a ser los vehículos menos ruidosos debido a progresivas normativas más restrictivas que se han ido aprobando en la UE.

En cambio los vehículos eléctricos (coches, motos, buses o furgonetas) suponen una solución al ruido del tráfico en las ciudades ya que son extremadamente silenciosos, tanto que necesitan llevar un ruido artificial que sirva de alerta a los peatones para evitar accidentes. Y ni que decir tiene de las bicicletas, el vehículo más sostenible y silencioso de todos.

Las motos son el principal problema de ruido en ciudades como Barcelona donde el parque de motos es muy importante y las arrancadas y acelerones generan un ruido muchísimo más molesto que el de los coches, en especial para peatones y personas que viven en cruces con semáforos. Las motos se ha quedado atrás en la lucha por reducir la contaminación que producen (al consumir menos combustible se les considera un problemas menor) y el ruido que hacen, en especial las más antiguas de 50 y las de alta cilindrada llegando a ocasionar entre 81 y 92 db frente a los 78-85 de los coches. Haré un análisis más exhaustivo sobre el ruido de coches, motos y otros vehículos que circulan por las ciudades, sus normativas y algunas propuestas para reducir la contaminación acústica en nuestras ciudades en otra entrada complementaria

¿Somos todos igual de sensibles al ruido? 

Pues tampoco, no todo el mundo es igual de sensible al ruido a niveles intermedios. Hay personas que comienzan a notar sus efectos a partir de 35 dB mientras que otros necesitan llegar a lo 55dB para sentirse molestos. Al menos conscientemente pues como vimos incluso ruidos que no nos despiertan ni somos conscientes, tienen efectos perjudiciales para la salud.

Existe un grupo de personas con síndromes de sensibilización central establecidos o incipientes que pueden tener umbrales menores para el ruido, al igual que tienen reducido el umbral del dolor. Para ell@s es aún mas importante que controlemos el nivel del ruido de las ciudades.

No sólo de decibelios depende el efecto negativo del ruido: la cualidad del ruido también importa

Podemos tener dos sonidos de la misma intensidad (mismos decibelios) y uno puede resultar molesto mientras que el otro relajarnos o mantenernos con buen estado de ánimo. No es lo mismo el ruido del tráfico a 55-60 dB dentro de casa que tener puesto música clásica. O escuchar por la calle a gente hablar (incluso gritar de vez en cuando), niños jugando o pájaros piando que a motos acelerando o camiones descargando.

Y también el significado que demos al ruido que escuchamos

Existe un tercer factor que también influye en nuestra percepción y los efectos del ruido sobre nuestra salud, especialmente la psíquica aunque como ya sabéis por otras entradas un efecto psíquico puede acabar teniendo efectos a nivel físico. Y me refiero a nuestra conciencia, a nuestra cognicion, a cómo percibimos los sonidos que escuchamos, si nos gustan o no, si nos apetece escucharlos en este momento o no, si pensamos que nos hacen daño o no. No todos los sonidos o ruidos molestan por igual a todo el mundo, en parte depende de nuestra susceltibilidad personal y en parte en del significado que le damos ("vaya mierda de ruido" "todo el día escuchando coches"" esos vecinos que no paran de pelear todo el día "). A unos les puede gustar la música clásica pero otros pueden preferir "relajarse" escuchando heavy metal o ponerse unos temas de música electrónica. Hay una parte subjetiva en el efecto del ruido hasta cierto nivel y hasta cierta cantidad de tiempo escuchándolo.

Mientras no puedas acabar con el ruido, disfrázalo

Podemos disimular un ruido desagradable con una musica de fondo, la radio o algo que genere un ruido mas armónico que nos agrade, al menos así evitaremos la irritabilidad que nos genera y esa parte de los efectos perjudiciales asociados a ella. Pero no te pases, recuerda que convives con otras personas a tu alrededor que pueden no tener tu mismo gusto.

Por suerte las obras de mi casa acabaron y he podido mudarme a mi nuevo hogar, un paraíso de paz en pleno centro de Barcelona, gracias a que da a un patio interior de manzana, un privilegio que debería estar también al alcance del resto de habitantes de la ciudad en sus casas o mientras deambulamos, pedaleamos o nos desplazamos de otro modo por la calle. Todos tenemos derecho a esta tranquilidad en nuestro día a día, espero que lo próximo que se tomen en serio nuestros alcaldes y presidentes sea el tema del ruido del tráfico en las ciudades.

Referencias

    1. Efectos en salud del ruido de tráfico: Más allá de las “molestias". Díaz Jiménez J, Linares Gil C. Rev. salud ambient. 2015; 15(2):121-131. Escuela Nacional de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III.
    2. Escuchar sin riesgos. OMS
    3. ECODES Ruido, ¿Sólo una molestia? Gobierno de Aragón
    4. Night noise guidelines for Europe. OMS 2009 
    5. Short-term association between environmental factors and hospital admissions due to dementia in Madrid.  Environ Res. 2017 Jan;152:214-220. doi: 10.1016/j.envres.2016.10.020. Epub 2016 Oct 27. 
    6. Short-term association between road traffic noise and demand for health care generated by Parkinson’s disease in Madrid. Int. Arch. Occup. Environ. Health (in Press).
    7. Short term effect of air pollution, noise and heat waves on preterm births in Madrid. Environmental Research 145 (2016) 162–168
    8. The short-term association of road traffic noise with cardiovascular, respiratory, and diabetes-related mortality. Recio A, Linares C, Banegas JR, Díaz J. Environ Res. 2016 Oct;150:383-90. doi: 10.1016/j.envres.2016.06.014.
    9. Effects of noise disturbed-sleep: a laboratory study on habituation and subjective noise sensitivity. J. Sound Vibration. 1998; 122:277–90. Ohrstrom EBM.
    10. Long-Term Exposure to Road Traffic Noise and Incident Diabetes: A Cohort Study. Environ Health Perspect; DOI:10.1289/ehp.1205503
    11. Hypertension and Exposure to Noise Near Airports: the HYENA Study. Environ Health Perspect 116:329–333 (2008). doi:10.1289/ehp.10775 http://dx.doi.org/
    12. El vehículo eléctrico y la reducción del ruido ambiente en ciudades. Dr. Robert Barti. Director de RBD-Acústica. EuroRegio 2016, June 13-15, Porto, Portugal
    13. Ruido y Salud. Observatorio de Salud y Medio Ambiente de Andalucía OSMAN.
    14. Long term effects of traffic noise on mortality in the city of Barcelona, 2004-2007. Barceló MA, Varga D, Tobias A, Diaz J, Linares C, Saez M. Environ Res. 2016 May;147:193-206. doi: 10.1016/j.envres.2016.02.010.
    15. Road traffic noise effects on cardiovascular, respiratory, and metabolic health: An integrative model of biological mechanisms. Recio A, Linares C, Banegas JR, Díaz J. Environ Res. 2016 Apr;146:359-70. doi: 10.1016/j.envres.2015.12.036. Review.
    16. Noise levels and cardiovascular mortality: a case-crossover analysis. A Tobías, A Recio, J Díaz, C Linares. European Journal of Preventive Cardiology

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